Comprar una casa, especialmente si es la primera, es el sueño de muchas personas. Sin embargo, en el proceso de conseguir esa meta, a veces las personas toman decisiones o creen tener motivos que, lejos de acercarlos, los alejan de su objetivo. Para que no te pase, echa un vistazo a esto:
Mala razón No. 1. No buscar orientación sobre financiamiento
El primer paso en el proceso de compra de vivienda debería ser ir a dos o tres bancos (acudir a las oficinas o pedir informes para saber si eres sujeto de crédito y cuánto capital te pueden prestar para comprar una casa o un departamento. Esto no aplica para ti, si cuentas con la liquidez para comprar al contado.
Es fundamental que, antes de todo, discutas con estas instituciones ese tema. ¿Cómo vas a saber qué tipo de inmueble buscar si no tienes claro el tema de los números? No queremos ser pesimistas, pero creer que puedes comprar un departamento de un millón de pesos no significa que realmente puedes obtener un préstamo para comprar una propiedad de ese precio. Mantenerte en los márgenes de la realidad te dará un piso firme para el resto del camino por andar.
Mala razón No. 2. Elegir un crédito hipotecario milagroso
La industria hipotecaria es muy susceptible a los fraudes, eso incluye una gran cantidad de prestamistas poco confiables, créditos milagrosos o más baratos. No puedes confiar en cualquiera para hacer una de las transacciones más importantes de la vida.
Tu fuente de financiamiento debe ser sólida para evitar perder tiempo y dinero o para que tu oferta sea rechazada por el dueño de la vivienda que te interese en el futuro. Considera apoyarte de un asesor inmobiliario, no dejes este paso al azar.
Mala razón No. 3. Esperar por la casa ideal al precio idóneo
El mercado inmobiliario es uno de los más estables, pero la inflación, el entorno económico y otros factores hacen que aumenten los precios de la vivienda. Pensar que ‘debes esperar el momento perfecto’ para atrapar la mejor oportunidad puede hacerte perder días o meses valiosos.
Suele suceder que estás frente a una buena oportunidad y prefieres ‘esperar’ en caso de que aparezca otra mejor. Si lo haces, los precios pueden subir y la competencia crecerá.
Mala razón No 4. Buscar casas fuera de tu alcance
Evita a toda costa salirte de tu presupuesto, si el banco te puede prestar un millón de pesos, no busques en Google casas de 1.1 o 1.2 millones y mucho menos las visites. Resiste esa enorme tentación porque todavía te quedarán otros rubros por cubrir, no olvides el asunto de los gastos notariales y otros extras que deben salir de tu bolsillo.
Mala razón No. 5. El temor a ofertar
Para un comprador con poca experiencia, puede resultar intimidante el proceso de lanzar una oferta de compra. ¿Cómo puedes saber tú que la casa que te gustó está a buen precio? O ¿cómo saber si debes ofrecer el precio completo o menos? En definitiva, la persona indicada para determinar si una propiedad se vende en un precio justo, o no, es un agente inmobiliario. Este profesional lleva a cabo un análisis de mercado comparativo para examinar propiedades vendidas similares a la que te gustó, con base en su experiencia y conocimientos, te guiará para hacer la mejor inversión. Temer es natural, pero aventurarte a decidir esperando lo mejor no es la mejor idea nunca.
Cuéntanos con cuál de estas razones te identificas, busca la solución a ella y lánzate por tu sueño. La única condición es ir lo mejor informado para que no libres una batalla.